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Temporada 8 Al Aire - Episodio 6 | 2AT

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Tenemos que hablar del 10º Festival In-Correcto

  • Foto del escritor: Sebastián Narváez Núñez
    Sebastián Narváez Núñez
  • 24 nov
  • 6 Min. de lectura

Tras 10 años de actividad, el sello / festival / editorial / miscelania insurgente cultural, nos dio no solo una de las grandes noches latinoamericanas en dos jornadas de música en el centro de Bogotá, sino también la oportunidad de ver cómo la colectividad mueve montañas y nos abre, a todxs quienes formamos parte de la escena alternativa, la posibilidad de soñar con hacer posible estas noches dificiles de olvidar. Larga vida a In-Correcto, a la amistad y la audiencia que mantiene vivos estos espacios. 


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“Gracias In-Correcto, que mantiene viva a Colombia”, decía extasiado al final de su show del sábado 22 de noviembre Julián Mayorga, artista de Ibagué residente en Madrid y quien ha publicado sencillos como “Del cielo cae un bachiller” (2022) y los EPs “La fiesta de transmigración” (2020) y “Julián Mayorga y su clásico sonidito an(o)dino” (2018). Como Julián, varios de los artistas de esta edición han visto en In-Correcto el primer hogar de su música o la casa que habitan con cierta frecuencia. 


El hecho de tener dentro de su cartel a una banda como Chico Trujillo que son prácticamente rockstars en Chile, es posible porque durante años se ha hecho una labor de construir una audiencia en Bogotá. No solo en festivales públicos como Rock Al Parque cuando trajo por primera vez a Chico Trujillo en 2018, recuerdo también ver a Macha y el Bloque Depresivo en la Libélula Dorada, por primera vez en Bogotá en 2023. Y así mismo con la sorpresa de la primera noche del Festival, Blanco Teta, que por primera vez tocaba en Bogotá y dio uno de los shows más memorables de esta edición, con su colaboración en tarima junto a Yajaira la Beyaca, con Genosidra en un mismo escenario. 


Y es que esa es la esencia de un ejercicio como el de In-Correcto que ha hecho apuestas por circular la música latinoamericana en Bogotá en festivales como este y el Caballito del Diablo, y llevar a su catálogo nacional de artistas a festivales como Bahidorá en México. Lo de este fin de semana en Bogotá no fue solo una fiesta, ni un aniversario, fue un ejercicio de gestión colectiva resultado de una década de permear la escena bogotana con una curaduría surreal que convive junta, bien sea en dos noches de Festival, o a lo largo de dos centenares de lanzamientos en su catálogo. 


Desde la electrónica del sur con el primer volúmen de El Sudaca Contraataca: VOL 1. (2016) hasta las Melodías detrás del Biombo de la Libélula Dorada (1976-2025) un compilado de más de 20 canciones originales que han nacido en el mítico teatro de títeres bogotano a lo largo de casi cincuenta años de historia. Eso sin contar un catálogo de cantautoras como La Muchacha, Briela Ojeda o Ana María Vahos; bandas con un espíritu tropical como Conjunto Media Luna, Felipe Orjuela o Mau Gatiyo; o proyectos variopintos como Magallanes, Lalo Cortés, GatoE’Monte, Andrés Guerrero & las Luces o Anamaría Oramas, entre muchos otros que engalanan un sello que en 213 lanzamientos hasta el momento, ha dejado clara una línea curatorial que a diferencia de sellos como Fania, asociado a la salsa, Motown asociado al soul pop estadounidense o ZZK, asociado a la cumbia digital, se ha destacado por la diversidad del sur global, porque así como no hay una sola forma de ser latino, no hay una sola forma de hacer música latina y es por eso que este In-Correcto se ha convertido en una joya bogotana con alcance latinoamericano. 


La apertura solemne de San Pedro Bonfim de Ecuador y el cierre excitante de Matías Aguayo de Chile, marcaron solo una parte del mapa sonoro que traía también el jazz progresivo latinoamericano de Buha2030 desde Pasto y el visceral y memorable show de Blanco Teta desde Argentina, fueron la entrada de una celebración que en su primera noche sirvió de anzuelo para invitar a ese amigue indescisx de caer, no solo por el cartel, sino por el espacio mismo del lugar en el que se realizó: una antigua fábrica restaurada con locales comerciales, plazoletas internas y espacios abiertos rodeados de grandes ventanales que daban a la calle, a los rezagos de una zona de comercio informal principalmente que la habita durante el día y que permanece desierta en la noche.


Durante sus ediciones pasadas, el Aniversario In-Correcto ha habitado teatros y casonas, cantinas y tejos, clubes y calles; ha sido siempre una intención por descentralizar la cultura y habitar la ciudad resignificando los espacios. La de esta edición fue la bodega número 16 en una lista de opciones que había contempladas. Todo el mundo tenía que hablar en algún momento de la fábrica de Pastas El Gallo, algunos comentaban que era como estar en Berlín, otros que la plazoleta para fumadores era “así re española, cualquier Málaga, con sitios de comida y pola alrededor”. 


Este año se ganaron una convocatoria de Idartes y contaron con el apoyo de Viajero Hostels, Audioroom Salas de Ensayo, Heretic y Cerveza Tributo. Agotaron las preventas de la boletería. Se vistió el lugar con sonido y luces, baños decentes, caminos iluminados, un manual claro de recomendaciones, información útil en sus historias, un cubrimiento en tiempo real tras cada show, son ejemplos que hablan por sí solos de todo lo que tiene que suceder para hacerlo posible y aún así, probablemente, resultar apretados en gastos al final, como suele sucederle a muchos festivales antes de lograr un punto de equilibrio. "Vamos por buen camino. Deseamos escapar de medios convencionales, de agencia de publicidad. Priorizar el cuidado de las partes; pero siendo conscientes que la plata no está ahí, por cómo está pensado el modelo de festival actualmente en Latinoamérica. En esta primera edición de festival más masivo logramos la producción que queríamos, pero siempre es una apuesta demasiado grande. Sobrevivimos y seguiremos", dice Gregorio Hernández de Alba, cofundador y miembro del colectivo.



Pero In-Correcto es sobre todo una muestra de constancia. Lo decía Santiago Álvarez en una entrevista con Gaceta recientemente: “Si el público no está esperando o da por sentado In-Correcto, si no es constante ni está pendiente ni toma esto como algo suyo, In-Correcto deja de existir”, y es por eso que en medio de un panorama cultural saturado de conciertos, festivales, show de estadio y Arenas, resulta tan necesario escapar del ruido de la industria masiva que tiene todos los medios para promocionarse y abarcar la conversación local.


Sin embargo en ese margen de lo diferente y en ese escape de lo que dicta el algoritmo, de las siete fechas de Beéle en el Movistar Arena o los festivales masivos y nostálgicos, lo que resiste con artistas como Brenda, 2AT, Genosidra, Maria Manuela o Phran, Chupame el Dedo o Radamel, Ana María Oramas o Lalo Cortés.....una amalgama de sonidos que representan el presente y lo disidente, la rareza, el virtuosismo y la rebeldía, pero sobretodo la búsqueda de identidad que nos permita dedicar “Boquita de Caramelo” covereada por Chico Trujillo y bailar hasta el deshidrate en el mismo espacio con Dengue Dengue Dengue. Y por todo eso vale la pena seguir intentándolo mientras haya un público dispuesto, abierto y que confíe. 

Esta edición 10 del Aniversario In-Correcto será recordada, no solo por el lugar o la curaduría, sino por colaboraciones memorables en tarima como la de Yajaira la Beyaca, con Genosidra y Blanco Teta, Santiago Navas con La Muchacha, Jeison Perilla y GatoE´ Monte cantando un remix latinoso de “El incendio”, Conjunto Media Luna con N.Hardem y Mismo Perro cantando “Perdí mis temores” o Dengue Dengue Dengue y Phran en las tornas, Genosidra B2B 2AT, Brenda B2B Maria Manuela, momentos que probablemente no se repetirán o no al menos con las mismas condiciones con las que los vimos en vivo en esta misma fábrica.


Y como todo hay que decirlo, incluso uno de los momentos más tensionantes del festival que por fallas en la planta de corriente que alimentaba el escenario alterno en la segunda jornada del festival, pasó a otro plano, cuando se empezó a ejecutar un plan para traer los sets de Phran y Dengue Dengue Dengue al escenario principal, donde finalmente, aunque recortados en su duración, el festival cumplió con todo lo prometido, hizo los anuncios pertinentes en sus redes, lo hizo a tiempo y se logró superar un imprevisto que se logró evitar.


Finalmente hay que remarcar el valor de la colectividad. Era curioso ver a artistas como Santiago Navas o Iván Medellín respondiendo por labores logísticas, en los camerinos, resolviendo cosas de producción, llevando barandas, para que todo andara, todo esto cuando no estaban en tarima dándola con el mismo compromiso, porque cuando la única manera de lograrlo es poniendo toda la carne sobre el asador, es cuando ejercicios como este se consolida y crece, porque es un esfuerzo mutuo que da esperanza de crear audidencias para esto del arte que es tan complejo, pero que nos alegra tanto y que nos aligera la existencia que a veces se torna tan pesada e insoportable. Para eso existe el arte, para alivianarnos y tenerlo en frente y entregarnos a él, es el ancla de muchos y es a lo que nos aferramos muchos también.


Por todo esto y más le deseamos una larga y próspera vida para In-Correcto.


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