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Temporada 8 Al Aire - Episodio 6 | 2AT

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Nyxxia y Salta: Dos colectivos que se están repensando la noche en Bogotá

  • Foto del escritor: Estefanía Villamizar | Politóloga de Fiesta
    Estefanía Villamizar | Politóloga de Fiesta
  • hace 3 días
  • 4 Min. de lectura

Más allá de la fiesta, la colectividad en Bogotá se ha convertido en una trinchera de pensamiento que pone al cuidado por encima de la fiesta. Estos son dos de los muchos colectivos que se están reimaginando el futuro de la noche en la capital.

Foto Cortesía de Nyxxia
Foto Cortesía de Nyxxia

Si nuestro norte es el Sur, Bogotá debe ser un referente a nivel mundial. La fiesta bogotana no tiene nada que envidiarle a muchas ciudades del mundo y es momento de que nos lo empecemos a creer. Pocas capitales se pueden dar el lujo de enfrentar conversaciones profundas alrededor del cuidado, la protección de derechos en escenarios de fiesta y la reducción de daños, como lo ha hecho Bogotá. Muestra de ello son los colectivos que, aunque les implique más trabajo y compromiso, han decidido construir comunidad y brindar servicios, rebasando el concepto de simple ocio.


Hacer una fiesta en Bogotá no es sencillo, y aún así, hay quien trabaja duro por hacer que la experiencia sea divertida, segura y de calidad. Para ello hace falta innovar, arreglárselas y conspirar. La creatividad infinita de Bogotá ha logrado que colectivos como Bulto, WomandBass, Muakk y Groove Division, entre muchos otros, consoliden comunidades reales que al conocerse, son capaces de agenciarse de la fiesta y hacer parte de ella, no como simples testigos sino desde la acción. 


En medio de las muchas colectividades que existen en la ciudad y en el país, hablamos con dos proyectos liderados por mujeres que están poniendo la discusión de la fiesta a la altura que se merece la ciudad.


Por un lado tenemos a Salta, una fiesta nacida en el 2022, completamente disruptiva para la ciudad. En sus espacios, el DJ no es el protagonista sino la música y el público, pues el booth está completamente escondido y, aunque hay un line up, no hay horarios. Lo importante es la música y bailar.



Por el otro tenemos a Nyxxia, un colectivo de mujeres extremadamente talentosas e innovadoras que está trabajando por poner el nombre de las mujeres en la ciudad muy alto.


La vitalidad de la escena bogotana se evidencia en una red de colaboradores que amplifica el mensaje de cuidado y visibilidad. Nyxxia basa su existencia en la misión central de promover el talento FLINTA (mujeres, lesbianas, intersexuales, no binarias, trans y agénero) en un entorno seguro, mientras que Salta nació de la identificación de incomodidades históricas en la escena, enfocando su acción como una necesidad de coherencia política para transformar la ejecución de la fiesta. Estos colectivos no operan en el vacío. Nyxxia ha forjado alianzas con plataformas como Rosstreaming de Ross Records y Studio 401 de Lourdes, demostrando la importancia de las redes de apoyo lideradas por mujeres. La colaboración se extiende a artistas de trayectoria en discusiones de cuidado, como Surfer Rosa y Mística, e incluso colectivos disidentes de América Latina, construyendo una red de apoyo internacional.


Para Salta, el potencial de las fiestas para cambiar el mundo se materializa al trascender la pista. El cuidado se entiende desde la producción misma, abarcando: pagos justos, condiciones laborales dignas, accesibilidad para personas con discapacidad, y un trato de igualdad a todo el personal. Su postura es clara: cuidar no es solo reaccionar, sino crear estructuras que prevengan lógicas violentas conocidas. La comunidad se construye a través de la honestidad y la comunicación clara, sostenida sobre condiciones justas y un diálogo constante que incorpora la retroalimentación del público, haciéndole sentir que el espacio les pertenece. La implementación, sin embargo, se enfrenta a retos. Uno de los mayores es contener las situaciones de acoso o incomodidad en la pista, pues cada caso requiere una sensibilidad específica. El desafío se extiende a los sentires que aparecen días más tarde, donde la capacidad de respuesta inmediata del equipo, que es pequeño, se ve limitada, obligando a un aprendizaje constante. Este proyecto es visto como una apuesta a largo plazo para transformar las materialidades físicas, económicas y simbólicas de la comunidad, rompiendo con la lógica de la inmediatez económica.


Por su parte, la apuesta por el cuidado para Nyxxia es una responsabilidad ética y una estrategia de sostenibilidad. La escena electrónica debe ser un espacio libre y seguro, especialmente para cuerpos feminizados y disidencias que históricamente han sido marginadas. La curaduría musical, enfocada en techno, hypnotic, raw y afines, se selecciona precisamente porque estos géneros carecen de suficiente representación de FLINTA. El colectivo impulsa su comunidad mediante convocatorias abiertas y la creación de espacios seguros, promoviendo respeto y consentimiento a través de eventos y talleres. No obstante, la implementación enfrenta la falta de recursos para financiar servicios especializados (como testeo de sustancias) y la dificultad en la articulación con los venues, ya que no todos tienen la apertura necesaria para dar estas conversaciones. 


La importancia del cuidado, tal como lo demuestran Salta y Nyxxia, es una condición para la existencia de una noche bogotana más justa. El cuidado se ha materializado en estrategias que van desde la honestidad en la comunicación hasta la justicia económica. Estos colectivos evidencian que la innovación en la noche no se mide solo en line-ups o tickets vendidos, sino en la capacidad de generar valor social y seguridad. Salta y Nyxxia no solo están haciendo fiestas increíbles, sino que están construyendo los nuevos estándares de la noche bogotana, asegurando que el norte de la fiesta siga siendo la seguridad y la libertad de quienes la han construido.


La fiesta es política en cuanto implica la construcción de acuerdos para que sea divertida y segura. El cuidado no solo recae en quien hace la fiesta sino también en quien participa de ella y en el ecosistema que la hace posible. El cuidado también necesita evidencia, herramientas, recursos, innovación y solución de problemas. Por ello es necesario que esta discusión se dé de manera sistémica, involucrando a todos los actores de la cadena, el público, lxs productorxs, la academia, la ciencia y las instituciones públicas.


Este es el momento para dar la discusión, para construir redes de apoyo sólidas y salvar la noche de la violencia e injusticia. Por eso iniciativas como Save the Night tienen tanto impacto en los ecosistemas del sur global, a los que les hace falta respaldo para innovar y crecer. Gracias a ellos por también hacer este trabajo posible. 

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